Los mismos ojos
viendo al espejo
ese rostro ajado.
Si cada lagrima
y cada grito
costearan el precio
de tu risa,
si cada dolor
y cada herida
menguaran la obscura
arbitraria locura.
Mis ojos
serian los mismos
y mi rostro agrietado
estaría entonces
dispuesto
a la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario